Fuente situada en la base del monumento al Gran Capitán, en la plaza de las Tendillas.
El primer establecimiento de una fuente en la base de este monumento se realizó hacia el año 1970, en que se construyó una con forma de "U" presentando su abertura hacia la calle Gondomar, de acuerdo al proyecto del arquitecto Carlos Font. Posteriormente, en 1980 se ajardinó su perímetro ampliando la zona ocupada por el monumento en el centro de la plaza.
Con la remodelación de la plaza de las Tendillas, culminada en el año 1999, se construyó una nueva fuente, que sustituyó a la anterior, formada por una artesa interior en mármol negro y sección curvada que contiene los surtidores y desde la que rebosa el agua a un recinto exterior de forma poligonal realizado con mármol gris.
Delante y detrás del monumento y fuente, en el eje que une las calles Gondomar y Claudio Marcelo existen otras dos fuentes compuestas cada una por una serie de dieciséis surtidores formando un cuadrado que manan desde del suelo y que, sin ningún tipo de cortapisas, permiten a los viandantes caminar entre ellos y, sobre todo, mitigar los rigores del verano cordobés.
Esta innovación fue una petición expresa del concejal Rafael Rivas al arquitecto del proyecto Gerardo Olivares.
El primer establecimiento de una fuente en la base de este monumento se realizó hacia el año 1970, en que se construyó una con forma de "U" presentando su abertura hacia la calle Gondomar, de acuerdo al proyecto del arquitecto Carlos Font. Posteriormente, en 1980 se ajardinó su perímetro ampliando la zona ocupada por el monumento en el centro de la plaza.
Con la remodelación de la plaza de las Tendillas, culminada en el año 1999, se construyó una nueva fuente, que sustituyó a la anterior, formada por una artesa interior en mármol negro y sección curvada que contiene los surtidores y desde la que rebosa el agua a un recinto exterior de forma poligonal realizado con mármol gris.
Delante y detrás del monumento y fuente, en el eje que une las calles Gondomar y Claudio Marcelo existen otras dos fuentes compuestas cada una por una serie de dieciséis surtidores formando un cuadrado que manan desde del suelo y que, sin ningún tipo de cortapisas, permiten a los viandantes caminar entre ellos y, sobre todo, mitigar los rigores del verano cordobés.
Esta innovación fue una petición expresa del concejal Rafael Rivas al arquitecto del proyecto Gerardo Olivares.
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